Son cinco generaciones de la familia Bisol que han llevado, con el tiempo, a configurar una empresa que mira al futuro con gran conciencia.

Ruggeri tiene sus raíces en una época lejana, en el siglo XIX gracias a Eliseo Bisol y su hijo Luigi, uno de los primeros enólogos de Valdobbiadene. Creció definitivamente en 1950, cuando Giustino Bisol fundó la actual bodega con su primo, cuyo apellido Ruggeri fue elegido como marca de su empresa. El compromiso con la excelencia continuó con el trabajo del hijo de Giustino, Paolo, y su nieta Isabella. Desde 2017, Ruggeri forma parte del grupo Rotkäppchen-Mumm, una elección sustentada en la coincidencia de visión, la confianza en los mismos valores y la intención común de una expresión cualitativa cada vez más elevada. El tiempo siempre ha estado en el centro de la filosofía que guía a Ruggeri. Del legado y enseñanzas del pasado al temperamento visionario de hoy, que se traduce en audacia y experimentación para anticipar el futuro.